Hoy os vamos a hablar sobre un concepto que hoy en día está muy de moda, el marketing digital.
Para ello comenzaremos con la definición clásica de la “AMA”: El marketing es una función organizativa y un conjunto de procesos para crear, comunicar y entregar valor a los clientes y para gestionar las relaciones con los clientes mediante procedimientos que beneficien a la organización y a los interesados”.
También lo podríamos definir como la gestión de los atributos de un producto, la comunicación de este, la gestión del precio y la distribución, con el fin de que este producto aporte valor a los consumidores y resulte lo más beneficioso posible tanto para la empresa como para los clientes.
Tradicionalmente el marketing responde a las siguientes preguntas:
- ¿Qué?: que es lo que voy a vender.
- ¿Quién?: a quien se lo voy a vender o a quien le puede interesar.
- ¿Cómo?: como se lo voy a vender.
- ¿Dónde?: a través de qué medios los voy a comercializar o comunicar.
- ¿Cuándo?: en qué periodo de tiempo o momento voy a vender el producto o servicio.
- ¿Por qué?: qué características tiene el producto, para que puede servir y que objetivos me planteo con la venta de dicho bien.
Por supuesto el marketing ha cambiado mucho desde sus inicios, es por ello, por lo que hoy día hablamos de marketing 3.0, sus características son las siguientes:
- Objetivos: Antes el objetivo del marketing no era más que obtener la mayor cuota de venta posible, hoy día esto ha cambiado, ya que además de vender, el marketing busca hacer del mundo un lugar mejor.
- Lo que fomento al marketing tradicional fue la revolución industrial, pero hoy día la fuerza que ha impulsado este nuevo tipo de marketing es el entorno online, ya que además de ser un medio de comunicación, puede ser un canal de venta y distribución de productos y servicios.
- Por supuesto todo esto es debido a que el consumidor ha cambiado, y es que hoy día el consumidor está más involucrado en la compra y busca productos que satisfagan sus necesidades del modo más adecuado, ya que este tiene consciencia y elegirá el producto que más acorde este con su estilo de vida.
- En cuanto al aspecto funcional, el consumidor antes buscaba un producto que cumpliera con una necesidad concreta, hoy en día el consumidor busca que el producto se funcional, pero que además satisfaga el aspecto emocional y que el producto nos haga sentir una sensación concreta.
Como conclusión a todo lo anteriormente descrito podemos decir que el consumidor ya no compra solo para satisfacer una necesidad, sino que consume el producto que más se adapte a su estilo de vida y su modo de pensar. En definitiva, compra un producto que además de satisfacer sus necesidades, lo haga sentir bien.
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